El estrés pre-navideño
Con los años he podido comprobar en la consulta que existe lo que denominaré “el estrés prenavideño”. No puedo explicar científicamente lo que está pasando dentro del cuerpo de mis pacientes pero observo que cada año, justo después del puente de la Inmaculada Concepción, las llamadas desesperadas por dolores lumbares, sensaciones de ciáticas, dolores de cuello agudos, etc. se multiplican. Y este año también. El tiempo se acelera de repente. Me toca rectificar varias veces al día la agenda para poder cuadrar todas las citas, sin pasarme de las 5 diarias y sin descuidar mi descanso entre cada paciente para poder atender a todos y todas con la misma entrega, con la mente fresca y no dejarme arrastrar por esta aceleración repentina del tiempo. La terapeuta tiene que mantenerse firme e integra frente a la tempestad.Por experiencia, estos malestares físicos suelen cursar con olores “internos” de tipos emocionales y psicológicos, no atendidos, a los que el cuerpo responde con dolores físicos intensos. Para unos cuantos pacientes es hora de hacer un repaso de todo el año a nivel interno, de ordenar sus vidas y tomar decisiones que les asustan. Para algunos, tener que “enfrentarse” a las reuniones familiares se ha convertido desde hace años en verdadero suplicio. Para otros, en cambio, son la melancolía y la tristeza que se apoderan de ellos por no poder juntarse con los suyos. El reparto de la custodia de los hijos para las fiestas también tiene repercusiones nefastas sobre la espalda de algunos padres y madres recientemente separados. Los gastos y la organización de estas fiestas pueden añadirse a este malestar interno. Y algunas otras razones más que estoy olvidando.Así que sí, para la mayoría de nosotros estas fechas son fechas difíciles. Y no, aunque sea un fenómeno común y humano no descuides los gritos de tu cuerpo. Aprovecha este momento por sentarte, respirar hondo y como titulaba un de sus libros Walter Dresel, “Toma un café contigo mismo”. Préstate atención. Escucha tus quejas más profundas. Y si duele físicamente, esta vez no te aguantes. Trata bien a tu cuerpo y él te contará lo que realmente necesitas.Este año, se consciente y utiliza la oportunidad que te brindan las fiestas de fin de año en beneficio de tu Salud y entra en 2016 libre de viejos lastres que ya no tienen razón de ser.Felices Fiestas.