La osteopatía aplicada al caso particular de los deportistas
En primer lugar es necesario aclarar en qué consiste el tratamiento osteopático. Contrariamente a la creencia popular, un osteópata no es sólo el que “te cruje” todo. Es sin embargo, un profesional de la salud que se apoya sobre unos conocimientos profundos en anatomía y fisiología del cuerpo humano y unas técnicas de manipulación precisas que se aplican tanto a nivel estructural, visceral como craneosacral. Tiene siempre presente que un paciente es ante todo una persona, que desarrolla ciertas actividades, tiene creencias e ideología propias, una forma única de pensar, relacionarse y sentir, en un entorno laboral, en el seno de una familia, que llega a la consulta con un pasado, una genética, en ciertos casos con patologías congénitas y como no, exigencias externas y autoimpuestas.De forma general el ser humano está constantemente en fase de adaptación obedeciendo a tres leyes: mantener a toda costa el equilibrio, con el mínimo esfuerzo posible, economía, evitando como sea el dolor, confort, aunque para ello el hombre tenga que hacer trampas, curvarse y disminuir la movilidad en sus intentos de adaptarse para no sufrir. El cuerpo se adapta principalmente a dos fuerzas que actúan siempre, una, la fuerza de gravedad que implique que estamos literalmente pegado al suelo y otra menos conocida la fuerza de Coriolis que es una desviación debida a la rotación de la tierra y que se ejerce sobre los cuerpos en movimientos sobre la superficie terrestre. Mientras el sujeto no esté en una fase de descompensación su sistema estructural estará estabilizado de tal forma que el osteópata constatará que su pelvis está en posición posterior e inferior del lado izquierdo, con una pierna izquierda más corta, una escoliosis compensatoria para mantener la mirada al horizontal provocando una mayor tonicidad en la nalga izquierda.Todo esto es aplicable a un deportista sea o no de élite. El caso de un deportista es simplemente un caso de exigencias extremas donde las adaptaciones son más rápidas, frecuentes y evidentes. Un ejemplo fácil de entender y constatar es la hipertrofia muscular.Las adaptaciones repetitivas provocan tarde o temprano una restricción del movimiento en alguna parte. Cualquier pérdida de amplitud tendrá consecuencia sobre el resto del organismo. El saque en vóley por ejemplo, suele producir restricción de movimiento del omoplato con posibles apariciones de dolores del cuello, del hombro o de la cadera del lado opuesto. Por ello el osteópata hace una valoración y busca cualquier desequilibrio que pueda ser la causa de la aparición de un síntoma patológico para eliminarlo y devolver al cuerpo su armonía. Para prevención de lesión y mantenimiento de un buen estado de salud recurrir a la osteopatía cada mes o mes y medio según el nivel del deportista es suficiente.Sin embargo cuando un deportista acude por primera vez a la consulta suele ser porque ha sufrido una lesión que ha llegado a ser crónica y donde los demás tratamientos dejan de ofrecer mejoría.Ejemplos muy corrientes:Epicondilitis (codo del tenista). Tendinitis del hombro (balonmano, vóley, baloncesto,tenis…), brazo que se duerme en VTT o bicicleta de carretera. Dolor persistente entendón de Áquiles (sprint y deportes que requieren arranques rápidos), centrando eltrabajo en devolver la mayor amplitud articular tanto al tobillo y articulaciones del pie.La sobre carga en la zona lumbar (levantamiento de pesas, deportes de contacto) suelemejorar relajando Psoas Iliaco, cuadrado lumbar y liberando la vértebra lumbar quemenor movilidad presenta ya que este trabajo devuelve espacio a toda la zona.En todos estos casos el terapeuta suele dar unos auto estiramientos muy específicos aldeportista para que los realice en casa, antes y después de los entrenamientos así comopautas de refuerzo muscular para prevenir la recaída y cuando existe coordinación conel cuerpo técnico se puede estructurar unas pautas correctivas del gesto e incluir losejercicios de rehabilitación dentro del entrenamiento. A este respecto quiero subrayarque si bien el tratamiento osteopático puede permite la recuperación de muchaslesiones y acelerar la recuperación después de larga inmovilización, en ningún casopuede suplantar los tratamientos de fisioterapia, crioterapia, masajes que favorecen yaceleran la cicatrización de los tejidos dañados. Ninguna terapia es la panacea ni puederesolverlo todo. Es de sentido común que el osteópata no actúa sobre lesiones querequieren operación o inmovilización total y tampoco en fase aguda de dolor (traumareciente). Recomiendo si existen, acudir con los informes médicos y/o radiografías,ecografías, resonancias magnéticas…Sea cual sea la razón de la consulta el osteópata se toma el tiempo de establecer unhistorial del deportista, escucha con atención al paciente y pasa a comprobar el estadogeneral del cuerpo, en qué fase se encuentra, el grado de la lesión, con diferentes testsque le darán una visión global y específica de las restricciones y posiciones de lacolumna vertebral, pelvis, tejidos, articulaciones miembros superiores e inferiores,cadenas musculares…El principio de la osteopatía es devolver el movimiento óptimo a cualquier estructuradel cuerpo. Antes de cualquier ajuste específico se procede en general a relajar el cuerpobajando la actividad del sistema nervioso simpático (responsable de nuestro estado dealerta, respuesta rápida, defensa) solicitado exageradamente en deportistas acompañadospor estiramientos generales y movilizaciones articulares. Después de cada manipulaciónsean de estiramientos, movilizaciones, ajustes comprobamos cómo reacciona el cuerpo.A medida que se estabiliza el estado general nos acercamos más a la zona concreta de lalesión que suele ser un síntoma (efecto), dolor de cabeza, más que el problema (causa)bloqueo a nivel cervical. Se empieza liberando todas las estructuras que están porencima y por debajo de dicha zona. Por ejemplo si la lesión o molestia está situada enuna rodilla primero se descarga la zona de la cadera y muslo y a continuación la zonadel tobillo y de los gemelos. Muchas veces a este nivel del tratamiento la molestia suelehaber desaparecido. Aun así siendo la mente humana desconfiada es útil tratar en estecaso la rodilla para no sabotear el resultado.El tratamiento osteopático es eficaz para casi todo tipo de lesión crónica ya que resuelve el problema en su origen. Viejas lesiones que no fueron tratadas en su momento suelen provocar tendinitis por ejemplo en el hombro por inadecuada solicitación de los manguitos de los rotadores, inflamación del tendón rotuliano y otros dolores de rodilla que no mejoran. Si bien algunas lesiones se resuelven en dos o tres sesiones otras son inherentes al deporte practicado (hiperlordosis lumbar de las gimnastas), o como lo señalábamos al principio una lesión puede ser la consecuencia de una malformación congénita o hereditaria y requerirá correcciones frecuentes a lo largo de toda la carrera deportiva para evitar “males” mayores.Por experiencia, he observado que la osteopatía es de gran ayuda en fase final de rehabilitación post operatoria en especial de rodilla cuando aparecen dificultades para recuperar tanto la extensión como la flexión completas o surgen bloqueos, actuando sobre adherencias (consecuencias de la intervención y la reducción de movilidad post operatorio), facilitando la eliminación de toxinas, circulación, inervación, lubricación articular, mejorando la amplitud de una articulación devolviéndole estabilidad y ayudando a reconstruir el esquema propioceptivo.La eficacia de la osteopatía está demostrada en casi todos los dolores de cuello, espalda, a nivel dorsal, como en lumbagos, ciáticas, lumbociáticas, pseudo cíaticas provocadas por contracturas del músculos piramidal y de los glúteos, desde simples dolores y sensaciones de rigidez localizadas hasta patologías discales (hernia de disco, discopatía, protusión discal), neuralgias costales, migrañas y cefaleas.Es particularmente eficaz en caso de tendinitis concretamente en codo de tenista que mejora rebajando la inflamación drenando la zona, relajando y estirando la musculatura del brazo (braquial anterior, bíceps braquial) y la del antebrazo (supinadores y pronadores) aplicando puntos de presión donde las tensiones son maximales, movilizando la extremidad inferior del humero sobre radio y cúbito, y radio cúbito entre ellos y si fuera necesario una manipulación.Para la tendinitis del hombro el trabajo se centra en la musculatura del trapecio, elevador de la escápula, bíceps y tríceps, pectoral y manguito de los rotadores, movilización articular de la glenohumeral y de la clavícula, y manipulación de la cervical bloqueada.Se puede prevenir y corregir las pubálgias, lesiones que afectan más concretamente a los futbolistas, con estiramientos específicos de todas las cadenas musculares relacionadas (acortamientos de los isquiotibiales, aductores, abductores, abdominales, oblicuos, dorsales y un trabajo sobre Psoas, piramidal y glúteos …) ajustando la pelvis y el pubis en particular y el resto de la columna, devolviendo movilidad a los pies, solucionando el apoyo en el suelo.Es posible la recuperación completa de esguinces de tobillo, muñeca, dedos de pies y manos, codos en deportes de lucha, subluxaciones de clavícula como consecuencias de caídas sobre el hombro, bursitis en la cadera, fascitis plantar cada vez más frecuente encorredores de largas distancias, periostitis en la tibia también en corredores sobre asfalto.Es de gran ayuda cuando el deportista presenta síntomas de agotamiento, sueño agitado y poco reparador, sacudidas de las piernas durante la noche, que suelen preceder el estado de sobre entrenamiento, ya que el tratamiento tiene repercusiones no sólo sobre la estructura corporal si no sobre el sistema nervioso, la fisiología y metabolismo del organismo y restablece la homeostasis.Tanto por mi experiencia personal de deportista de alto rendimiento como terapeuta recomiendo que se incluya la osteopatía en la rutina del deportista como hábito de recuperación y mantenimiento de su salud. También en colaboración con el cuerpo técnico (entrenador, preparador físico…) esta visión global del organismo ofrece la posibilidad de corregir a tiempo un gesto técnico, modificar la preparación física y reforzar algunas zonas concretas a tiempo.