Osteopatía Craneo-sacral y latigazo cervical
Una mujer llega a la consulta desesperada. Hace 4 meses, S., estando parada en un semáforo, el coche de detrás no frena y choca contra su coche con fuerza. El impacto le provoca lo que llamamos un Latigazo Cervical (LC) o whiplash syndrome.Ha recibido 20 sesiones de fisioterapia, muy beneficiosas justo después del accidente, pero últimamente su estado de salud no mejora y algunos síntomas ligados a este tipo de traumatismos persisten.En el LC, se produce una rectificación de la lordosis cervical (curvatura fisiológica del cuello) que pasa de encorvada a recta.S. presenta los típicos síntomas del LC: dolores de cuello y nuca, rigidez y movilidad reducida tanto para girar como para agachar la cabeza, la mano derecha se le duerme, dolores de cabeza. No duerme bien y dos veces a la semana tiene pesadillas, pánico cuando tiene que pararse en un semáforo.El reconocimiento me confirma su versión.Tanto estructura óseo-muscular y sistema nervioso están alterados.1ª sesión: masaje para relajar globalmente la espalda desde las nalgas hasta la base del cráneo. Tratamiento Osteopático General (TOG). 15 últimos minutos de osteopatía cráneo-sacral en el sacro primero (hueso triangular posterior situado entre las nalgas) y luego liberación de las tensiones encontradas en la zona del cráneo, insistiendo en devolverles sus micro-movimientos a los huesos occipital (base del cráneo), esfenoides (sienes) y frontal (frente). Al cabo de un rato S. me comenta que siente como si su cerebro volviera a respirar. Se levanta más relajada. Y antes de vestirse me pide cita para la semana siguiente. La experiencia del final del tratamiento le ha encantado. “Tan suave y tan profundo” es la definición que le da S.Acordamos 4 sesiones con un formato similar, a lo largo de 8 semanas, llegando a dedicar, a petición de S. hasta 20 minutos para cráneo-sacral. Todos los síntomas acaban desapareciendo. En la última sesión, además del bienestar físico se produce una liberación somato-emocional: 2 o 3 minutos de temblor seguidos de una relajación completa de S. Un mes más tarde, S. viene para mantener su recobrado estado de salud y por placer “porque me lo merezco” como dice ella. Antes de tumbarse en la camilla me dice: “Sabes Maga, ya conduzco sin miedo.”Y es que con la osteopatía y en particular la cráneo-sacral no tratamos el trastorno, tratamos a la persona y en ocasiones puede darse la remisión de las lesiones psico-emocionales.