Alimentos y migrañas
Hoy utilizaré el ejemplo de las migrañas, motivo frecuente de consulta para introducir un tema un tanto polémico: la alimentación y su repercusión en nuestro estado de salud. Aunque las jaquecas afectan más a mujeres potencialmente fértiles, empiezan a surgir casos de niños y adolescentes y hombres que tienen síntomas típicos de esta afección.Desde hace años, los especialistas empiezan a considerar que existe una estrecha relación entre ingesta de ciertos alimentos y los episodios de migraña.Repasando la bibliografía al respecto encontré un artículo sobre el tema cuya referencia os dejo a continuación.http://www.abc.es/20090331/nacional-sociedad/migranas-podria-deberse-intolerancia-200903311842.htmlSegún este artículo, uno de los alimentos causante de dolores de cabeza sería la leche y sus derivados. No sólo la lactosa. Los quesos curados también.Personalmente, sé desde los 15 años que soy intolerante a la lactosa y conozco la sintomatología que tiene su ingesta en mi organismo: hinchazón de barriga, digestión pesada, dolores de cabeza y cansancio. Y en los últimos tiempos, dolores articulares en los hombros.No soy una gran consumidora de leche, pero por temporadas cortas (puesto que muy rápidamente mi cuerpo pide auxilio y me denuncia por malos tratos) vuelvo a caer en la tentación del café con leche, los helados y otros alimentos procesados enriquecidos en lactosa, embutidos, patés, salsas etc. Y como no, en buena francesa, de los quesos.Si bien mi malestar no suele pasar de dolores de cabeza espantosos, sí he constado que cuando dejo de tomar leche y sus derivados, escudriñando todas las etiquetas de los pocos alimentos procesados que como, mi estado de forma mejora en unos días. No sólo se me despeja la cabeza. Descanso mejor, medito con facilidad, recupero antes, hago mejores digestiones y hasta mis caminatas matutinas son más ligeras y alegres.Simplemente, si llevas tiempo con estos dolores de cabeza que pesan en tu frente como si de una nube pesada se tratase, no hay nada que te alivie y no tienes tiempo ni de relajarte, plantéate hacer la prueba de dejar la leche y sus derivados. Empieza por probar un par de días a la semana al principio y ve alargando los días entre tomas. Quizás te lleves una buena sorpresa. Quizás tus migrañas y otros malestares físicos se deban a otro alimento o factor. ¿Qué pierdes comprobándolo por ti mismo?