Contractura Muscular
Repasando algún que otro post anteriormente publicado, me doy cuenta que hago muchas veces referencia a la contractura muscular. Hoy, quiero aclarar conceptos y confusiones que rodean esta dolencia.Una contractura muscular corresponde, como su nombre lo indica, a una contracción persistente e involuntaria de un músculo. Cuando todo va bien, un músculo se contrae cuando el organismo lo requiere y se relaja a continuación.La contractura puede ser causa o consecuencia del dolor de espalda, por lo que suele ser la razón principal por la que alguien coge cita para una sesión de masaje y/o de osteopatía. La gran mayoría tenemos contractura(s) desde deportistas, personas sedentarias, mayores, con estrés o que adopten malas posturas. No es una lesión grave pero sí molesta. En la camilla, cuando empiezo a masajear una de ellas, los pacientes la describen como nudo, bulto duro o cuerda tensa, en función del músculo que afecta.Si un músculo es sometido a un trabajo más intenso, más fuerte, más exigente, más preciso, y/o durante más tiempo de lo que está capacitado, se “forma” una contractura. Ésta puede empezar durante el propio esfuerzo o después. Si sistemáticamente se repite la solicitación del músculo fuera de su zona de trabajo óptimo, acabamos teniendo una contractura crónica.Es importante entender que una contractura no es un castigo, sino una forma de protección de nuestro sistema neuromuscular. Los deportistas, por ejemplo, suelen padecer de contracturas potentes, que les obligan a descansar, tratarlas y modificar la técnica para evitar males mayores como son las temibles roturas musculares.Lo más característico de una contractura es que duele y limita los movimientos. En función de la zona del cuerpo que afecta, de lo fuerte que es y de su extensión en el músculo el paciente podrá sentir una simple molestia o estar casi sin poderse mover. Por ejemplo, una contractura en el cuello puede ir de una simple molestia acompañada de rigidez y falta de soltura para girarlo, a que la persona tenga mareos, vértigos, cefaleas. También podría sentir pesadez, hormigueos en un brazo y las manos frías. Además, cuanto más superficie muscular implicada, más fuertes serán los síntomas de quien la padece.Gracias a que es muy molesta, en general, no la dejamos llegar a estos extremos. Existen muchas posibilidades de aliviarlas entre otras con masajes. Pero esto, te lo contaré en el próximo post.