¿Buena Salud: Qué tal digieres?
Cuando llega una persona por primera vez a mi consulta, me gusta averiguar cómo se siente durante el proceso digestivo. No es fácil que la gente hable de ello aunque sea la clave de una buena salud. Pocas son las consultas por problemas digestivos. Sin embargo, en muchos casos averiguo que algo no anda del todo bien a este nivel. Hay muchos factores que entran en juego para tener una buena digestión. La mayoría abrigamos la creencia equivocada de que sentirnos pesados y estar hinchados después de comer, tener reflujo, acidez, gases, estar estreñidos o al contrario defecar después de cada comida son cosas normales. ¡Y NO! Todos estos síntomas indican que hay inflamación y funcionamiento fisiológico dudoso.Con la osteopatía y el quiromasaje podemos aliviar algunos síntomas: los que aparecen como consecuencia de un problema mecánico y muscular a nivel del cuello y mandíbula, del diafragma torácico, de la pelvis. Podemos resolver momentáneamente el estreñimiento, mejorar el funcionamiento del hígado y páncreas. Incluso ayudar en el aspecto emocional de las molestias digestivas. Pero en la buena digestión entran muchos factores que dependen también de ti.En primer lugar, te recuerdo que la digestión empieza en la boca, no en el estómago. Por lo tanto, si no masticas bien, lo que te llevas a la boca no se mezcla bien con la saliva y todas sus enzimas favorecedoras del proceso. ¡Empezamos mal!Sobre la masticación, influyen negativamente la falta de una sola pieza dental, masticar sólo de un lado, tener sarro, inflamación de encías, caries etc. Y positivamente, masticar lentamente para reducir al máximo el tamaño de los alimentos, estar consciente de lo que comemos, saborear más y más tiempo los pequeños bocados. De esta forma, ahorramos esfuerzos a nuestro estómago y resto de los integrantes del aparato digestivo. Nuestro cerebro tiene tiempo de enviarnos la señal de que ya es hora de parar de comer porque estamos saciados.En segundo lugar, muchos problemas digestivos se deben a la calidad de los alimentos que ingerimos. Para tu organismo no es lo mismo, una comida ligera con algo de proteína y grasa saludables acompañadas generosamente de vegetales, que una rica en fritos bañados de salsas grasientas que acaba con postre y copa.Algunos alimentos irritan mucho más el tracto digestivo que otros. Por ejemplo, es bien conocido que el chocolate favorece la aparición de reflujo en personas con tendencia a ella. El café y el té en exceso son muy ácidos. Quizás te convendría tomar conciencia de los alimentos que a ti te provocan malestar y tomar la decisión de reducir progresivamente su ingesta hasta lograr la desaparición de cualquier síntoma.En un post anterior, señalé el impacto de los alimentos ricos en lactosa sobre la buena digestión y la salud. También según estudios, el gluten (proteína del trigo y sus derivados) no sólo sería “veneno” para los celíacos sino que sería el causante en muchos de nosotros, de la absorción defectuosa a nivel del colón además de destruir nuestra flora intestinal y bajar nuestras defensas.Bueno, y si no estás convencido de que es importante cuidar la digestión para tu salud, te diré que uno de los secretos para mantenerse joven, ágil, delgado, alegre y rebosante de energía es tener unas digestiones cortas y muy espaciadas a lo largo del día. Renuncia al picoteo entre horas. Te estás agotando y haciendo envejecer a toda prisa.