Las lumbalgias o lumbagos de verano
Para muchos las vacaciones de verano significan descanso absoluto y cambios de costumbres. Sin embargo, después de un año donde el estrés ha regido nuestra vida le imponemos al cuerpo y de golpe el no hacer nada.¡Un poco de sentido común! La mayoría somos adictos a la acción y parar de repente no siempre es lo mejor para la salud. Así lo he observado. Julio y agosto acuden a mi consulta numerosos casos de dolores en la parte baja de la espalda. Los pacientes suelen estar desconcertados ya que no entienden el “por qué” ahora. Las razones son múltiples ya que cada uno de nosotros es un caso único.En regla general, desde la primera sesión de tratamiento combinando quiromasaje y osteopatía el paciente suele notar alivio inmediato. Dos o tres sesiones más, ejercicios de estiramientos y refuerzo muscular específicos y una actividad aeróbica leve (caminar) permiten recobrar el estado de salud.En todo caso, si estás a punto de coger vacaciones y antes de que aparezcan los primeros síntomas acuérdate de moverte un poco todos los días. Tus músculos, articulaciones y columna vertebral te lo agradecerán. Evita levantar peso sobre todo en frío (sin calentamiento). Prefiere las superficies llanas en lugar de la arena de la orilla del mar para realizar tu actividad cardiovascular.Y aprovecha, que tienes tiempo, para controlar el estado de tu espalda.