Masajes durante el embarazo
Tengo la suerte de haber seguido a chicas desde muy tempranas edades. Las he visto crecer y hacerse mujeres. Y cuando menos me lo espero, recibo un whatsapp: “Maga, estoy fatal, necesito uno de tus masajes pero estoy embarazada. ¿Puedes darme?” Mi primera reacción al leer la buena nueva es sonreírme de alegría, la segunda, es darme cuenta que me estoy haciendo mayor y la tercera es volver a posicionarme como terapeuta y masajista: “¿De cuánto estás? Menos de 3 meses: “Aguanta”.
No doy ninguna terapia manual en este intervalo de tiempo, más bien por cubrirme las espaldas y no tener que recurrir a mi responsabilidad civil que por el peligro que podría suponer. En efecto, los 3 primeros meses son los más críticos en cuanto a la posibilidad de aborto y una de las pocas contraindicaciones del masaje se aplica a mujeres embarazadas de menos de 3 meses. Pasados los 3 meses: ¡Sí se puede! Y como cualquier otro paciente la embarazada agradecerá los efectos y beneficios que le reportan haberse dedicado una hora para ella misma y su pequeño acompañante.Durante el embarazo, la anatomía y estructura de la mujer se va modificando poco a poco a medida que el feto va creciendo.
En referencia a las dolencias más comunes, las embarazadas se quejan de cansancio en las piernas por la mala circulación, notan como pinchazos en la parte baja de la espalada y en las nalgas, tienen la sensación de tener ciática y /o las lumbares cargadas y padecen de dolores de cuello y hombros. Algunas vienen también a buscar alivio emocional, ya que se sienten gordas y feas al no reconocerse y moverse con dificultad.
Todas esas dolencias se pueden tratar y en general se levantan de la camilla, agradecidas y aliviadas. Lo único que cambia para mí durante el tratamiento es encontrar posiciones idóneas para que futura mama y bebe logren relajarse y estar a gusto. Es un reto a veces ya que algunos no paran de moverse, y si no, que se lo pregunten a la “mami” de la foto que ilustra el post. Vino 4 semanas antes del parto y el chiquitín estaba de marcha. Aún así entre todos, conseguimos que “mami” se levantara mejor y aguantara hasta la fecha.Doy el masaje de pies y piernas boca arriba y suelo aprovechar esta posición para tratar cuello, hombros e hidratar con crema la barriga al ritmo de pases (de masaje) suaves.
Para la espalda, cuando ya “hay barriga”, la mujer se coloca tumbada sobre un lado y luego sobre el otro con cojines altos para apoyar la pierna de arriba y unos cuantos más para apoyar y descansar el cuello. En invierno o a petición de la embarazada recurro a taparla con toallas y/o mantas, para conseguir un ambiente acogedor que invite, como en cualquier sesión a la relajación y el bienestar.Ya ves, un masaje y dedicar un rato a ti mismo, sienta bien y a las embarazadas y los futuros bebes también.