Protusión discal, hernia de disco

disco-intervertebralLa gran mayoría de las consulta, en mi caso, son por dolores de espalda. La gente que lleva años sufriendo, suele acudir con su historial médico, algunas radiografías y/o resonancia magnética, cosas que agradezco y me son de gran utilidad. En esos casos, el diagnóstico puede ser de hernia discal, protusión discal. Si bien los profesionales que tratamos los problemas de espalda sabemos de que se trata, esta terminología técnica es confusa para quién no tenga nociones de anatomía. Hoy aclararé la diferencia que hay entre estas 2 dolencias y el porqué se producen.¡Tranquilo, si te han diagnosticado alguna hernia o protusión de disco! Aunque fastidian y duelen mucho cuando dan la cara, no ponen en riesgo tu salud.Veamos qué estructuras entran en juego en estos casos. Nuestra espalda lleva, en su centro, la columna, formada por las vértebras (huesos pequeños), que se yuxtaponen una encima de la otra, separadas entre sí por los discos intervertebrales, pequeñas almohadillas amortiguadoras, que evitan que se rocen entre sí y las mantienen estabilizadas y alineadas. El disco intervertebral está formado por un anillo exterior fibroso y resistente que rodea, protege y mantiene en su centro un núcleo gelatinoso, llamado núcleo pulposo muy irritante y tóxico para los nervios raquídeos que salen de las columna vertebral y se dirigen hacia los órganos, músculos etc. Este núcleo se mueve y vuelve a su sitio mil de veces a lo largo del día. Sin embargo, con los años el anillo, como cualquier estructura corporal, pierde elasticidad, resistencia y volumen. Cuando cumples 40 tacos, tus probabilidades de que te encuentren protusiones y/o hernias de disco se dispara. Más aún si tienes sobrepeso, no bebes agua, practicas deportes intensos, de contacto o de impacto repetitivo sobre el suelo como correr, eres sedentario, y nunca flexionas las piernas para levantar y cargar objetos pesados. Ambas lesiones pueden ser también consecuencia de un traumatismo como un golpe fuerte en la espalda o un aplastamiento repentino o repetitivo del disco.La protusión es una deformación del disco: el núcleo se desplaza hacia fuera y no vuelve a su sitio en el centro del disco, mientras que en una hernia, además el disco está roto. Ambas lesiones dolerán únicamente si el núcleo toca un nervio (ya que es altamente irritante para el nervio) o lo comprima o lo pinza, pudiendo producir dolor de espalda, hormigueo y/o dolor en los brazos, cuello, ciática según la altura (cervical, dorsal, lumbar) en la que se produce.En conclusión:

  • No son peligrosas, no siempre duelen.
  • El dolor con tiempo y un tratamiento adecuado, irá remitiendo, siempre.
  • Hoy en día, en muy pocas ocasiones se opera una hernia discal.
  • No todas las protusiones acabarán en hernia discal.
  • No todos los dolores de espaldas agudos y/o crónicos fuertes son debidos a una protusión y/o una hernia discal.
Anterior
Anterior

Masajes durante el embarazo

Siguiente
Siguiente

Torcedura o esguince