Vitamina C: la vitamina multifunción
¿Sabías que la vitamina C interviene en muchos procesos fisiológicos? Hoy te contaré para qué es importante que la incorpores diariamente en tu dieta.
Los alimentos ricos en vitamina C más conocidos y eficientes son los cítricos, naranjas, pomelos, mandarinas, clementinas, limones, frutas de moda al llegar el “pseudo-frío” en nuestra comunidad, así como casi todo tipo de verduras y hortalizas. Sólo se encuentra en vegetales.Una ingesta deficiente suele manifestarse por la sensación de debilidad corporal, la aparición de hematomas, la dificultad de cicatrización, problemas de huesos, en tanto que su carencia ocasiona la aparición del escorbuto, caracterizado por el empobrecimiento de la sangre, manchas lívidas, ulceraciones en las encías y hemorragias.Seguramente habrás oído que la vitamina C es buena para fortalecer el sistema inmune.
En efecto, se encuentra en grandes concentraciones en el interior de los leucocitos (glóbulos blancos). Mejora nuestras defensas de la siguiente forma: estimula la formación de linfocitos, estimula la fagocitosis (proceso por el cual ciertas células digieren partículas nocivas o alimentos), aumenta la actividad de las Natural Killer (células asesinas; un tipo de linfocitos), tiene un efecto antihistamínico, por lo que mejora la alergia, aumenta la producción de interferón (respuesta a agentes patógenos como virus y células cancerígenas).
Además minimiza los síntomas del resfriado común y de algunos estados gripales.La lista de sus propiedades y beneficios para el correcto mantenimiento de la salud es larga: Es el antioxidante por excelencia, permitiendo la neutralización y eliminación de radicales libres fabricados por el propio organismo o por la exposición a agentes tóxicos externos: tabaco, metales pesados (plomo, mercurio etc.), nitratos y nitritos presentes en productos cárnicos procesados, exposiciones a radiaciones o a todo tipo de contaminación.
Protege las membranas celulares, nuestro ADN, las proteínas de las células, los lípidos sanguíneos (colesterol LDLD y VLDL, triglicéridos) y placas de ateroma (cúmulo de colesterol en la pared de la arteria) contra los efectos oxidantes de los radicales libres. La vitamina C es primordial para la síntesis de proteínas y en particular del colágeno que interviene en los procesos de cicatrización y es responsable de la formación de los huesos, tendones, ligamentos, cartílago, músculos etc. Interviene también en la síntesis de L- carnitina, de catecolaminas (adrenalina y dopamina).La vitamina C es protagonista en la síntesis de la serotonina, neurotransmisor que interviene en el funcionamiento intestinal y la regulación del apetito; en el cerebro regula el estado de ánimo, ansiedad y felicidad; además juega un papel en la coagulación etc.Convierta el hierro de los alimentos para facilitar su absorción en el intestino.
Es buena para la piel y puede evitar o mejorar el eccema y la psoriasis.Es beneficiosa para la vista y previene la aparición de la catarata.Y podría seguir con los beneficios (asma, bronquitis, estreñimiento, en la menopausia, tiroides, fatiga, consecuencias de la diabetes etc.) de esta vitamina esencial, puesto que nuestro organismo es incapaz de sintetizarla por sí mismo.
Decídete y aprovecha la temporada de las naranjas, empieza el día con un zumo de pomelo o llévate unas mandarinas para tus almuerzos y meriendas, para ponerte a tono y subirte el ánimo a pesar del cambio de hora. Y cuando notes los primeros síntomas del resfriado, recurre al zumo de limón caliente con miel para frenarlo. Aún así, si ves que te falta regularidad en su ingesta (permanece en la sangre 5 horas) los suplementos podrían ayudarte a cubrir tus necesidades.Imagen: Foto 717