Principios de la Terapia Cráneo Sacral I

Hoy, después de leer el artículo “Los líos del señor ego”, quiero compartir dos principios de la Terapia Craneo Sacral, que quizás te ayuden la próxima vez que lo dejes al mando de tu vida“Desde la quietud nace el movimiento”.“El movimiento es vida”.El verdadero movimiento no se toma desde la agitación, la precipitación, la ansiedad, la depresión, la obligación o “dentro del campo de batalla”, síntomas propios de esta pequeña idea alocada (ego) que interfiere e impide elegir el sentido común.Más bien es este “algo” que surge desde lo más profundo de ti, como “inspirado”. Algunos lo llamarán creatividad; para mí es algo que realmente te nace, que no causa conflicto alguno, ni con tu entorno ni contigo mismo. Es algo sabio que nunca exige, ni menosprecia, ni condena; nunca obliga, ni presiona; no vive de prestado y a contra corriente; nunca dirá que no hay tiempo, falta más de eso, sobra de lo otro. Jamás pensará “no vales” ni de ti y ni de los demás. Sólo aguarda sin prisa a que la voz vociferante del “señor ego” baje un poco el volumen.Es como esta vieja canción olvidada que tanto te gusta pero de la que sólo recuerdas unas notas sueltas. Te encanta, anhela entonarla y pero por más que lo intentes se te escapa. Hasta que de pronto vuelve a tu memoria, íntegra, y te envuelve la belleza de sus melodía y letra.¿Cómo pudiste olvidarla? ¿Cómo la recordaste?¡Desde la calma amigo! ¡No hay secreto! Dejando de buscar a ciegas y elevándote por encima del murmullo incesante.La próxima vez que te asalten los “debería”, “hay que”, “tengo que”, “necesito más”, “lo quiero ya”, no los sigas. Siempre te llevan a un laberinto sin salida. Párate y respira hondo. Y observa lo que ocurre. ¿Qué pierdes por probarlo?Estar tranquilo, calmado, relajado, ser consciente en todo momento, pase lo que pase, es un aprendizaje fácil de consolidar si se “entrena” y perfecciona.Si eres principiante, acude a un terapeuta y deja que sea él quien a través de una escucha profunda de tu organismo y su tacto relajante te apacigüe. No hagas nada; déjate llevar a tu verdadero estado, relájate y re-descubre a tu fiel e incondicional amigo: la quietud.Dedícate tiempo, deja las dudas y las prisas y pronto verás los beneficios, desgaste mínimo con máxima rentabilidad de lo que parece ir en tu contra: el tiempo.

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