Stefano, la Ternana y Yo, un tándem eficiente
Hace un par de semanas tuve la ocasión de colaborar como masajista y osteópata con un fisioterapeuta, Stefano Betti, durante la Copa de Italia de futsala feminino. Las aspiraciones de los dirigentes del equipo de la Ternana Futsal Femminile eran llegar lo más lejos posible en la competición, a la final, lo que suponía encadenar 3 partidos seguidos. En las semanas que precedieron, el equipo no estaba atravesando el mejor momento de la temporada y algunas de las titulares arrastraban lesiones que les habían impedido jugar y rendir de forma óptima. Era evidente que un solo fisioterapeuta no iba a poder cubrir todas las necesidades de las jugadoras. Acepte participar en esta aventura y ayudar en la labor de “poner a tono” a las chicas.Con Stefano hicimos un tándem. Nuestra tarea era por una parte acelerar la recuperación entre dos partidos en el hotel, y la puesta a punto justo antes y en el descanso por otra. Cada uno de nosotros hacía su labor. Él, es un mago con su aparato de fisioterapia, TECAR, que permite acelerar la cicatrización de los tejidos dañados. Es rápido, preciso y talentoso poniendo los “tapping” (vendajes) y sobre todo nunca pierde la sonrisa y la calma. Yo, hice lo que más me gusta, soltar esas musculaturas tensas y agotadas, ajustar pies, piernas y espaldas.Conseguimos atender a todas gracias a la organización de Stefano. Una jugadora pasaba a la TECAR mientras otra estaba en mis manos. En un momento dado, después del primer partido, nuestra clínica improvisada se llenó y las 12 jugadoras estaban allí con nosotros, con chistes y bromas incluidos. Conseguimos que todas tuvieran ganas de dejarse cuidar y las que no jugaron apoyaban el tratamiento de sus compañeras. De repente el equipo estaba unido, cosa que parecía imposible el día anterior. Todas querían ponerse bien para dar lo mejor al día siguiente. El ambiente había cambiado y las jugadores tenían un lugar para su bienestar físico y mental.No sólo habíamos conseguido el clima de unión en el equipo. Nosotros también éramos un tándem eficiente. Cada uno sabía sus limitaciones, puntos fuertes y rol y estaba respaldado por el trabajo del otro.Llevaba toda la tarde deseando decirle a Stefano, cuánto estaba disfrutando trabajando a su lado y lo mucho que apreciaba su profesionalidad y su saber estar. ¡Y qué buena fórmula combinar la fisioterapia y las terapias manuales!Él se adelantó. Cuando acabamos a la 1 de la madrugada, cansados pero felices de ver lo rápido que se recuperaban las “niñas” me dijo: “me gusta tu forma de trabajar, te tomas el tiempo de escuchar en profundidad y en su totalidad las necesidades del cuerpo, no te limitas a la osteopatía”. Le conteste sonriendo, que no sabía trabajar de otra forma, que la osteopatía es una manera de entender al individuo en su totalidad y que sin su ayuda poco habría podido hacer. En efecto Stefano me facilitó no sólo el trabajo con los tratamientos. También el acceso a las chicas. Pues lleva toda la temporada con ellas, las conoce muy bien y su cercanía y su empatía con ellas fueron la clave del éxito de recuperación de las chicas.Contra todo pronóstico, la Ternana se plantó en la final y quedó segunda de Italia.Guardo un recuerdo inolvidable de la experiencia. Viví los partidos como una “tifosa”(aficionada) más. Disfrute viendo a algunas jugadoras con la confianza en sus posibilidadesrecobrada. Y sin lugar a duda me quedo con la sensación del trabajo bien hecho, el aprecio pory de mi colega Stefano.Lo más importante, una certeza: los “fisios” son una pieza clave en el éxito de los deportistas.Y aunque no se les mencionan nunca, en la sombra y con humildad, con entrega y pasiónreparan cuerpos y almas doloridos y sutilmente hacen que la magia de los deportistas seexprese libremente.